Ver Beauteachful nº32. Febrero 2021
Editorial
Que nuestras opciones reflejen nuestras esperanzas
No cabe duda de que el aprendizaje continuo y a medida de los profesionales es un elemento para asegurar la sostenibilidad de la empresa, impulsar su transformación cultural y atraer-retener el talento humano.
La formación se ha visto reforzada desde el inicio de la crisis del coronavirus, hoy por hoy principalmente en un formato digital.
Siguiendo la enseñanza de Nelson Mandela “Que tus opciones reflejen tus esperanzas, no tus miedos”, es tiempo de trazar nuevos objetivos y metas, pero no sin antes extraer los principales aprendizajes de todo cuanto hemos vivido.
Este mes nos centraremos en sacarle mayor provecho a nuestra formación a distancia, evitando el escollo de la perdida de motivación.
Desde la confianza, os aportamos aquí pistas de reflexión para mantener vivo el proyecto formativo y ¡no caer en el telepresencialismo con la formación!
¡Feliz lectura!
La motivación como eje central de los progresos en el idioma
¿Cómo conciliar el aprendizaje a distancia y la motivación?
En 2020 muchas empresas y organizaciones tomaron decisiones estratégicas de forma reactiva, como respuesta inmediata a los efectos derivados de la pandemia. Este año 2021 será, sin embargo, el de la reflexión, en el que deberán analizarse a fondo los cambios necesarios para poder manejar de forma inteligente la incertidumbre.
En lo profesional, la necesidad de ser más flexibles e intuitivos ha propiciado formas más creativas de relacionarnos y trabajar. A pesar de la distancia, hemos transformado las empresas en un entorno más humano y cercano. En este nuevo contexto, la formación, junto con la comunicación, es la gran palanca para ayudar a conseguir los cambios en la organización.
Sin embargo, trabajar a distancia durante un prolongado periodo de tiempo puede afectar a la motivación y al compromiso de los empleados… es una situación muy común en el sector de la formación donde mantener el interés y por tanto la asistencia se convierte en el principal reto.
Una conclusión clara: sin profesor, no hay formación de calidad
Se ha de ver la tecnología como un potenciador del valor de las personas y no un canal de sustitución de estas.
Las empresas que acudieron a un formato elearning 100% se están dando cuenta de sus limitaciones, y especialmente en el ámbito de la formación lingüística:
- Soledad: el alumno se encuentra solo frente a su pantalla y cuando se presentan dudas o dificultades, no sabe a quién acudir.
- Impersonal: el entorno virtual sigue siendo artificial, es decir sin contacto, sin afecto, sin intercambio.
- Tiempo de pantalla: los tiempos de desconexión recomendados son cada vez más difíciles de cumplir, las personas acaban cansadas en un mundo donde las nuevas tecnologías están demasiado presentes.
- Desarrollo de la destreza oral: el elearning no permite intercambios orales. Sin embargo, la expresión oral es una de las bases de la formación lingüística y desde luego la más solicitada en la empresa.
- Falta de interactividad: la ausencia del formador no permite la dinamización a través de juego de roles, situación real profesional etc
6 respuestas para conciliar formación a distancia y motivación
¿Quieres conocer la motivación de los alumnos? Uno de los indicadores más reveladores de la motivación es la asistencia a clase (en el caso del elearning medido con el tiempo de conexión y actividades realizadas).
En general se aprecia una estrecha correlación entre la asistencia de los alumnos a clase y la modalidad de clase: en las formaciones que incluyen formador, la motivación de los alumnos y por tanto la asistencia a clase y el aprovechamiento son mucho mayores. El formador es quien transmite con energía, anticipa y resuelve dudas, aporta conocimientos únicos y por tanto genera motivación.
Es el motivo por el que preconizamos centrar la arquitectura de la formación en la figura del tutor o formador, en formato de aula virtual o en presencial para las empresas que disponen del entorno necesario, combinando según cada caso con elearning, reeducación auditiva, clases por teléfono, auto estudio, inmersión etc. En definitiva, se trata de un formato mixto (blended) pero promoviendo y capitalizando el rol del formador.
Os compartimos 6 soluciones para mejorar la asistencia a clase de los alumnos gracias al formador:
Adecuar la clase a la necesidad real
Esto es uno de los conceptos más “viejos” de la enseñanza de idiomas: la orientación a objetivos tiene que acompañar a cualquier formación de calidad. El alumno demostrará interés siempre y cuando la materia utilizada por el profesor (el soporte o bien la temática) se adecue a lo que necesita en su día a día de trabajo y/o a sus gustos. “Puedes tener una magnifica clase sobre finanzas en inglés, pero si NO corresponde con el perfil y necesidad del alumno, servirá muy poco, porque no le habrás enganchado” comenta Céline Nguyen, directora de la calidad formativa en Hexagone. Entender la necesidad de la clase es entender el “por qué” de la misma.
Desarrollar la creatividad en el aula
Es lo que se conoce en el modelo elearning como la “gamificación”. Pero no es nada nuevo: la gamificación, es decir la mezcla de creatividad, diversión y retos es una tendencia clave dentro de las estrategias de motivación de los empleados y es una baza de las clases de idiomas. De hecho, muchos profesores de nuestro equipo nos reportan cómo aplican las mecánicas del juego en diversas actividades de formación: podemos proponer por ejemplo un torneo, un business case a resolver en grupo, etc. Hacer uso de creatividad a través de juegos y enigmas ayuda a despertar el espíritu competitivo con el objetivo de alcanzar logros y superar retos lingüísticos, reforzando siempre el sentimiento de equipo.
Fomentar el “Snack learning”
En este proceso de transformación digital, desde Hexagone apostamos por el soporte formativo continuo. Partimos de la idea que es importante para el alumno estar en contacto con el idioma a diario y que el aprendizaje se debe centrar en formatos de contenidos más pequeños y segmentados (“snack learning” conocido también como “microlearning”). De esta forma, la formación en las empresas se apoyaría cada vez más en pequeñas píldoras en forma de tutoriales a los que los alumnos pueden acceder cuando quieran: retos, auto evaluaciones, deberes etc siempre orquestados por el formador. En el idioma quien debe configurar los contenidos a aprender es el profesor porque cuanto mayor es su implicación, mayor el rendimiento del alumno.
Usar la emoción como palanca
Lo sabrás probablemente: los estudios muestran que el aprendizaje también es cuestión de emociones. Lo experimentan nuestros formadores que obran por crear en clase un ambiente participativo, basado en el bien estar, el reconocimiento y el humor.
El sentimiento y la comunicación no verbal es indetectable por una plataforma de elearning, al revés un formador “presencial” será atento a las emociones de los alumnos para adecuar su clase al estado anímico de los participantes.
Elegir la cultura como valor añadido
Cuando aprendemos un idioma, también es fundamental abordar el aspecto cultural del país en el que queremos comunicarnos. La transmisión de hábitos y costumbres, la forma de aprehender determinadas situaciones, el comportamiento a adoptar en casos reales son imprescindibles al progreso a la vez que dejan espacio abierto al intercambio y el enriquecimiento.
Impulsar la evaluación continua
La evaluación a final de curso es útil y necesaria, pero abogamos en Hexagone por un sistema de evaluación continua, no sólo porque permite centrarse en las lagunas reales del alumno, sino porque es una manera de reconocer también el recorrido realizado. Hay muchas maneras de desarrollar un programa de evaluación que permitan conocer los progresos de los alumnos, sin caer en el aburrimiento mucho menos en la sanción.
El aula virtual: más y mejor
¿Cómo mejorar la experiencia con el aula virtual?
Todo el esfuerzo y la inversión que hemos realizado en los años anteriores en digitalización han sido clave para poder afrontar con éxito todo este cambio de entorno tan brusco que hemos vivido; nos ha permitido poder gestionar el negocio caracterizado por mucho teletrabajo, relaciones con los clientes y proveedores a través de medios digitales, imposibilidad de viajar y, por tanto, elevada comunicación interna por dichos medios.
Las videollamadas han alcanzado gran popularidad para replicar de la mejor manera posible nuestras relaciones sociales con normalidad: así lo hemos experimentado en primera persona a través de nuestra aula virtual.
Te damos aquí algunos consejos para que la experiencia resulte (aún más) positiva:
- Prepara siempre antes el encuentro. No sólo la información relevante sino también auriculares, cargador, agua, cuaderno de notas, etc. Estira las piernas y respira hondo antes de entrar en la sala virtual, para garantizar una concentración optima.
- En todos los casos, acostúmbrate a hacer una prueba previamente. Por ejemplo, verifica que la conexión es estable y que la batería del portátil o del móvil está completamente cargada.
- Cuida el entorno: busca un espacio iluminado, sin ruidos y ponte cómodo.
- Sé puntual y cuida tu imagen, es importante conservar las formas.
- En cada clase: el ritmo debe de estar bien definido (objetivo de la clase y para cada práctica, organización de la misma). Cada participante tiene que tener claro las nuevas reglas y aportar la máxima claridad posible.
- Para evitar interferencias, apaga el micro. Enciéndelo cuando sea tu turno o tengas necesidad de hablar (recuerda la funcionalidad “levantar la mano”).
- En cuanto a la cámara, imprescindible que esté encendida, bien posicionada y conéctala de principio a fin.
- Por último, participa y escucha: recuerda que todos los alumnos deben de tener la misma oportunidad de hablar.
- Evita las distracciones: tu atención es capital para el buen desarrollo del curso. No respondas emails ni navegues en internet mientras los demás hablan. Tus compañeros y tu profesor notarán si no estás activo.
- Con la desaparición de un espacio físico, en Hexagone, hemos visto la necesidad de digitalizar todos nuestros procesos y documentos, así como la forma de compartirlos. Recuerda que, como alumno, en tu campus online, puedes acceder a todos los documentos compartidos con tu profesor de forma remota.
LAST BUT NOT LEAST:
Nosotros seremos los impulsores del cambio, pero los verdaderos promotores son todas y cada una de las personas que constituyen Hexagone, tanto los profesores como los alumnos.
Puedes ayudarnos compartiendo tus buenas prácticas o publicando tus ideas contestando a nuestra encuesta de satisfacción que recibirás a lo largo del mes de febrero. ¡Gracias!