En estas últimas semanas, hemos podido asistir en Francia a una lucha inédita en el proceso de las elecciones presidenciales. En lugar del “socialista” y el “conservador” de siempre, los dos candidatos representan para muchos una radicalización bastante caótica y refundan el paisaje político francés.
Ayer finalmente Emmanuel Macron se ha alzado con la victoria, con un reto difícil: ofrecer un proyecto de cohesión social y económica que reconcilie a todos los franceses y logre la unidad.
Más allá de la fractura política, existe un debate, por no decir un combate, de ideas, de valores, de posturas filosóficas. En Hexagone, trabajamos con una gran diversidad de profesores y profesoras, de todas las edades, de perfiles profesionales variados y procedentes de los 5 continentes. Nuestra fuerza precisamente radica en poder enseñar inglés con profesores nativos de Gran Bretaña, EEUU, Nueva Zelanda, Malta, Sur África etc o el francés con profesores de Francia, Bélgica, Suiza, Canadá etc. La apertura al mundo, al otro es claramente parte de nuestra identidad.
Más allá también de nuestras propias convicciones, no compartimos la obsesión de volver al orgullo del idioma francés. En Hexagone, entre otros idiomas, enseñamos el francés, con un cariño muy especial y no dudamos de la importancia de este idioma, de las oportunidades de crecimiento personal y profesional que brinda al que lo habla.
Pero somos parte integradora del proyecto europeo, creemos en la amistad franco-alemana y franco-española. Defendemos un mundo abierto, humanista que cree en la riqueza de nuestra diversidad europea y humana. Muchos de nuestros clientes, por su cercanía con Francia y el alcance de sus proyectos económicos, requieren habilidades lingüísticas en francés pero también inglés, en alemán, en portugués etc.
No vemos otra postura que seguir con nuestro compromiso por la enseñanza de una pluralidad de idiomas, y con ello de culturas. La integración del otro es una necesidad: las barreras nos aíslan, nos fragilizan. El que aprende otro idioma conecta con otra forma ya no sólo de hablar sino de pensar, de trabajar, de construir la realidad.
Así que en Hexagone seguiremos apostando por una formación de idiomas de calidad acompañando a nuestros clientes en sus procesos de internacionalización, aportando para ello nuestro saber hacer, nuestra energía y nuestra ilusión.
Nos une una pasión común por la transmisión de idiomas y el reto que nos brinda cada día: la convivencia serena de una pluralidad de personas.