Las nuevas tecnologías, aunque útiles, tienen varios límites importantes a la hora de aprender un idioma:
1 Falta de interacción humana real
Las apps y plataformas digitales no pueden replicar completamente la interacción cara a cara con hablantes nativos o profesores, lo cual es crucial para desarrollar habilidades comunicativas auténticas
2 Generalización del contenido
Muchas herramientas tecnológicas ofrecen contenido estandarizado que puede no adaptarse a las necesidades específicas o al contexto cultural de cada aprendiz
3 Desarrollo desequilibrado de habilidades
Las apps suelen enfocarse más en ciertas áreas como vocabulario o gramática, descuidando otras como la pronunciación o la fluidez conversacional
4 Limitada retroalimentación personalizada
Aunque algunas aplicaciones usan IA para corregir errores, no pueden proporcionar el mismo nivel de retroalimentación detallada y contextualizada que un profesor humano
5 Falta de motivación sostenida
Sin la guía y el apoyo constante de un profesor, muchos estudiantes pueden perder la motivación o la disciplina para continuar su aprendizaje
Desde Hexagone, opinamos que las nuevas tecnologías por ahora no pueden superar a un profesor de carne y hueso.
Un profesor humano ofrece la ventaja de adaptar la enseñanza al estilo y necesidades individuales del estudiante, proporciona interacción social y cultural genuina, ofrece explicaciones contextualizadas y ejemplos personalizados y tiene un papel clave a la hora motivar y apoyar emocionalmente al estudiante.