Llega el verano y con él los planes de irse a un país extranjero a estudiar un idioma
A lo largo del año, suele ser complicado encontrar el tiempo necesario para ponerse con el estudio de un idioma, ya que eso conlleva constancia, rigor, motivación y unos objetivos claros.
Por eso muchos alumnos eligen aprovechar el verano para fusionar el concepto de vacaciones con la utilidad de mejorar su nivel de inglés, de francés etc. Son las llamadas “vacaciones inteligentes”, en las que uno disfruta del sol, de su tiempo libre a la vez que dedica tiempo a los idiomas, tanto mediante las clases como mediante la propia inmersión en un país extranjero.
El contacto diario con el idioma aunque sea de manera informal refuerza el aprendizaje natural. El idioma se va haciendo un camino poco a poco, por tanto irse fuera es el empujón necesario que viene bien a cualquier persona de nivel pre intermedio hasta avanzado que se ve estancada. Cuando se nota cansancio y falta de progresos con un idioma, lo mejor es ofrecerse la oportunidad de estudiarlo y sobre todo vivirlo en su país de origen.
Además se ha demostrado que el cerebro humano es más receptivo a las materias nuevas cuando está descansado, en un entorno relajado y de placer. No se trata de estudiar bajo presión con un objetivo de corto plazo que pueda ser fuente de estrés, sino que desarrollar una memoria profunda, duradera, sentar verdaderamente buenas bases y buenos reflejos para consolidar el idioma y volver de sus vacaciones con más confianza y seguridad en el habla.
Además es una manera de hacer nuevas amistades lo cual nos permite escapar de la rutina habitual.
Ahora son muchas las fórmulas que se ofrecen de forma que cualquiera puede encontrar el programa que más se ajuste a su perfil y edad: idiomas con deporte, idiomas con teatro, idiomas con cocina, idiomas con cultura, idioma profesional etc.
En Hexagone, llevamos más de 14 años organizando cursos en el extranjero para aprender idiomas para nuestros alumnos. Le asesoramos para que encuentre el entorno más propicio a la consecución de sus objetivos, tanto a nivel de localización de la escuela, como del tipo de curso o del alojamiento.
Estamos ya en junio, es el momento de planificar, sin prisa…. ¡ni pausa!